Hace unos días en la escuela donde trabajo surgieron algunas “epidemias”.
Primero fueron varias máquinas que se bloquearon, a pesar de que se conectaban al servidor de la escuela todos los días. Fueron enviadas al LATU y algunas ya volvieron.
Después comenzaron a aparecer algunas que se encendían bien pero el journal se mantenía “latiendo “ sin llegar a iniciarse, por lo que se perdía control sobre el mismo.
La maestra Natalia, de quinto año matutino, encontró pronto la solución: borrar todo el contenido del journal entrando por la consola y digitando la ya conocida línea de comandos (rm -rf /home/olpc/.sugar/default) y posterior reinicio, con derecho a nombre y color de icono, con lo que se perdían las tareas y actividades bajadas pero la XO volvía a ser plenamente operativa.
Esta solución es un poco drástica y el motivo de este post es para que no sea necesario llegar a ella teniendo en cuenta que de vez en cuando debemos dedicar un tiempo al borrado de aquellos elementos del journal que no nos son necesarios.
La idea es no esperar que los archivos antiguos y los poco usados sean borrados por el sistema a fin de liberar espacio, como se nos dijo que sucedería en las jornadas de sensibilización en Canelones y nosotros trasmitimos a los compañeros docentes, ya que parece que esto no siempre es así.
Primero fueron varias máquinas que se bloquearon, a pesar de que se conectaban al servidor de la escuela todos los días. Fueron enviadas al LATU y algunas ya volvieron.
Después comenzaron a aparecer algunas que se encendían bien pero el journal se mantenía “latiendo “ sin llegar a iniciarse, por lo que se perdía control sobre el mismo.
La maestra Natalia, de quinto año matutino, encontró pronto la solución: borrar todo el contenido del journal entrando por la consola y digitando la ya conocida línea de comandos (rm -rf /home/olpc/.sugar/default) y posterior reinicio, con derecho a nombre y color de icono, con lo que se perdían las tareas y actividades bajadas pero la XO volvía a ser plenamente operativa.
Esta solución es un poco drástica y el motivo de este post es para que no sea necesario llegar a ella teniendo en cuenta que de vez en cuando debemos dedicar un tiempo al borrado de aquellos elementos del journal que no nos son necesarios.
La idea es no esperar que los archivos antiguos y los poco usados sean borrados por el sistema a fin de liberar espacio, como se nos dijo que sucedería en las jornadas de sensibilización en Canelones y nosotros trasmitimos a los compañeros docentes, ya que parece que esto no siempre es así.
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